sábado, 8 de diciembre de 2018

EN BUSCA DE PAZ Y TRANQUILIDAD

DESCUBRIENDO A BUDA


En los últimos 4 años de mi vida he venido confirmando con mas frecuencia acerca de la transitoriedad o la impermanencia de las cosas en la vida. Será que hay tiempos en los que uno se enfrenta con la muerte de seres queridos, con la terminación de relaciones muy cercanas o quizá con alguna mudanza de casa o cambio de actividad laboral, la cosa es que hay etapas en que debido a las circunstancias debemos de soltar apegos muy fuertes pasando por el tiempo con ciertas interrogantes en la cabeza y en el corazón.


Estos hechos lo único que tratan de hacer es recordarnos que todo lo aquí presente, sean cosas, situaciones o personas solo están de paso, son tan solo una fugaz manifestación de energía en la cual vivimos los seres humanos.

Nada es para siempre. Deja las cosas ser como tienen que ser!!. Punto.

Y en efecto, cierto es que la libertad solo se puede percibir cuando te sueltas a vivir el rol para el que fuiste enviado.

No puedo dejar de enlazar en mi mente ideas y pensamientos acerca de nuestro rol en esta vida, en esta experiencia del vivir una vida que se quema y enciende nuevamente como el sol con cada amanecer.

Siempre he sabido que somos uno con el Universo. Que somos parte de un todo. Cada uno de nosotros es un microcosmos individual que a su vez forma parte de un macrocosmos general.

Creo firmemente también en la teoría del caos que dice que el aleteo de una mariposa puede causar un tsunami del otro lado del planeta ya que todos estamos interconectados y de alguna manera se nos ha asignado un rol o una misión a cumplir para el crecimiento colectivo.

El universo es tan generoso y tan amplio en su manifestación que obviamente lo que abunda aquí en la tierra es la diversidad, las diferentes formas y especies de seres animados e inanimados, todos ellos creados por una razón y para cumplir con funciones especificas en determinados espacios impermanentes de tiempo.

Del mismo modo, los seres humanos poseemos nuestros roles, algunos somos doctores, pensadores, otros profesores, gobernantes o abogados, muchos ya han sido esclavos, reyes, príncipes o lacayos. Todos hemos encarnado a mujeres, hijos, hermanos, padres, madres o abuelos, existencia tras existencia, y todas estas diferentes facetas no hacen más que llevarme a profundizar en los misterios de la atemporalidad del Universo. ¿Cuál es el rol de los seres humanos?? ¿Qué objetivo tiene nuestra vida en este planeta?? ¿qué beneficio trae al mundo el que “yo” haya nacido y manifieste mi efímera presencia aquí en la tierra?? ¿quién soy???

Algunos pensarán que gente como yo (que no nos quedamos en la inmediatez de las cosas) somos complicados o simplemente medio locos, pero que es la locura??? Para mi solamente significa el tener una visión mas ampliada de las cosas al percibir el inicio y el final de momentos nuevos.

Como buenos humanos creo que todos aspiramos a ser felices, y lo mas común es que asociemos esa felicidad a las cosas mundanas como el dinero, un lugar donde vivir, ropa de calidad, un trabajo, buenas relaciones, etc. Muchas personas agregarán además el tener éxito en sus trabajos, tener una linda casa donde vivir hasta envejecer, una economía sostenida, formar una familia, enamorarse perdidamente de alguien, tener un hijo, escribir un libro y cuántos largos etcéteras…

Pero adentrándome un poco en asuntos del espíritu, creo que hoy en día y por las frecuencias de esta nueva era, es necesario ir mas adentro y despertar de la anestesia.

En mi recorrer y después de meditarlo bien, detenidamente y en paz, con un buen numero de horas invertidas en mi propio proceso, puedo darme cuenta que una calve muy importante es entender y aceptar de buena manera que todo es “impermanente”, constantemente en transformación, todo cambia en nuestra vida a cada instante. Nuestro trabajo no durará para siempre, nuestras relaciones, nuestros amigos y familiares algún día ya no estarán a nuestro lado, el dinero va y viene, hoy tienes mucho, mañana puede que no tengas nada. La casa por ejemplo, vivirás durante un lapso de tiempo en ella, y luego será de otra persona. Tu cuerpo mismo también cambia cada momento y dejará de existir algún día, en simples palabras todo se resume a un constante proceso de “nacimiento, desarrollo y muerte”. Pasado, presente y futuro. El inicio, la demora y la meta. Las triadas que nos marcan el movimiento.

Y no digo que tengamos que renunciar a todas estas cosas mundanas que mencioné antes, pues son cosas necesarias para nuestro diario vivir, pero si debemos tomar conciencia de que no es lo único importante, que hay más valor por crear en nuestra vida tal como nuestro propio poder personal, nuestra evolución en el tiempo y definitivamente el legado que dejemos a las futuras generaciones.

Debemos de entender que “Todo es impermanente”, cada segundo que pasa ya se fue, todo es una continua evolución en el tiempo y el espacio, es el fluir de la vida como el río en Perú o como la sangre en nuestro sistema circulatorio, no se puede estancar por que se pudriría. Por experiencia se que lo que se estanca se pudre, Lo que se mueve evoluciona…

Llevó varios años de práctica budista, varios años de vida, muchas alegrías y también muchos sufrimientos, pero finalmente puedo decir que he comprendido esta verdad última de la vida en su forma más completa, he sentido la budeidad aflorar desde lo más profundo de mi existencia.

En el budismo siempre se dice que luchar por la felicidad de los demás nos conduce hacia nuestra propia budeidad, hacia nuestro propio paraíso, es algo tan simple y repetitivo que parece que todo el mundo ya lo sabe.

Cuando uno empieza con el budismo, intelectualmente se puede entender el concepto de soltar apegos, dejar ir, volar, vaciar de ilusiones nuestra mente etc…

Pero es hasta que la misma practica de tus meditaciones y tus acciones se mete en la medula de tu conciencia cuando entiendes que la impermanencia de la vida es un hecho constante de cada día, de cada hora, de cada minuto del tiempo por el que vamos transitando, y que debemos de entrenarnos para saber morir a cada momento que nos suceda.

Ahora puedo ver claramente que lo que nunca cambia, “lo permanente”, es nuestra esencia y la verdadera dedicación de nosotros, los seres humanos, para con la felicidad de los demás y de nosotros mismos, encontrar y cumplir esa misión que nos hace realmente útiles en este Universo.

Es en la sincera meditación que llega y permanece en nosotros este entendimiento, lo único permanente es la línea fundamental de nuestra energía vital que atraviesa el tiempo y el espacio, es el alineamiento con nuestra fuente desde el pasado, el presente, el futuro, las realidades paralelas, el infinito y la infinidad. No lo dudes ni un momento: somos eternos!!

El despertar nuestra conciencia, darnos cuenta de nuestra esencia, recordar la chispa fundamental de nuestra divinidad, la entrega hacia la felicidad, la paz interior y la tranquilidad emocional, la intención de compartir la educación y la cultura del amor al mundo, el verdadero sentido de ser humanos, “Eso es lo que continuará”. Lo demás, solo es pasajero, impermanente, momentos maestros en nuestra ruta, entiendase mas profundamente: todo lo que te rodea es tan solo la ilusión de tu mente, por ello mi recomendación mas amorosa es invitarte a que aprendas a pensar bien para que puedas generar momentos de dicha, crecimiento, entendimiento, discernimiento y certeza, para que puedas entender que todo tiene un principio y un fin y en medio de eso es donde existe verdaderamente la belleza del tiempo presente



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